24/11/08

ANA ROSA QUINTANA

Quiero ser como Anarosa, llegar a ser un bebé. Estar cada día más joven, tener cada mes una portada en papel couché. Restarle tiempo al tiempo, ser fina y culta a la vez. Pero Anarosa, talludita teen age, no lo tuvo siempre fácil: es una woman self made. Quiso ser novelista, entregar al mundo su Sabor a hiel. Pero la villana informática le arrebató su inspirado papel. Por un error cibernético, una mala follá de internet saltaron a su inmaculado libro páginas que no debían corresponder. Es lo malo del I + D + I: un día quieres ser novelista y se te cuelan cuatro parrafillos de una mala mujer. Pero Anarosa es luchadora: si Primo Levi, Grossmann, Zamiatin aguantaron, qué no iba a hacer nuestra dama: una señora de las que ya no se ven. Ahí está todas las mañanas con su televisivo magazine. Las españolitas la imitan. Y los suegros ya declinantes sueñan al mirarla. Mejor no saber el qué.

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